El adiós va caminando en la acera
Marcando círculos en un compás
Y se acerca.
El adiós no tiene patria
Ni nido donde albergar
Heridas.
No hay autos que lleven
La misteriosa arenga
De una despedida
Para mi, el avispero refleja el lugar en que mis ideas confluyen, se analizan, se contrastan entre si, se descartan y finalmente se procesan. Es un panal expuesto a un medio ambiente hostil, perteneciente a una fauna mayor y relacionada a la misma por íntimos e intrincados lazos. En realidad, es solo una apariencia: porque no hay miel dentro.